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Valentina es un espíritu libre que gozó la sesión de fotos que le preparamos por su tercer cumpleaños.
Aunque solemos asociar las sesiones smash cake con el primer añito, lo cierto es que también son una idea preciosa para edades más avanzadas. Y Valentina es el mejor ejemplo de ello.
En mi estudio en Santiago preparamos un escenario dulce y delicado, con flores, una tarta preciosa y su vestido de bailarina. A diferencia de los más pequeñitos, que suelen pringarse sin miedo y desmontar el pastel con entusiasmo, ella disfrutó de su tarta con calma, explorando cada detalle sin destruirla. Pero eso no significó menos diversión: se lo pasó en grande y sus papás disfrutaron cada instante viéndola brillar.
Las imágenes de esta sesión seguro se convertirán en un pequeño tesoro familiar, un recuerdo de esta etapa en la que la infancia aún huele a inocencia y maravilla.
